¡Mi bebé dio sus primeros pasitos! ¿Y ahora?

Para muchos padres el momento más emocionante en el desarrollo motriz de su bebé son los primeros pasos. Es cierto, que este avance del niño, supone pasar de la dependencia total a los padres al inicio de la autonomía, es un periodo gratificante y hermoso, a la vez que inquietante por los nuevos peligros a los que se enfrenta nuestro pequeño.


¿Cómo podemos estimular a nuestro hijo en sus primeros pasos?


Existen algunos ejercicios sencillos que podemos practicar para proporcionar mayor confianza a nuestro hijo en sus primeros pasitos, entre ellos:

– colocar objetos para que el niño pueda apoyarse, cada vez con mayor distancia, de forma que se obligue a dar poco a poco más pasitos.

– agarrar sus manitas desde atrás y caminar así por la casa.

– proporcionarle un correpasillos para empujar mientras se da pequeños paseos, siempre vigilados, ya que al principio pueden caer de boca si pierden el equilibrio.

– darle la mano cuando lo veamos inseguro para que se sienta protegido y soltarlo cuando recupere el equilibrio.


¿Cómo sigue evolucionando el niño después de sus primeros pasitos?


Aunque cada niño marca su propio ritmo, la edad aproximada para comenzar a dar los primeros pasitos son los 12 meses.

A partir de este momento, el niño irá dominando progresivamente cada vez más su movilidad en diferentes fases:

– alrededor de los 14 meses, el niño suele agacharse y levantarse solo y comenzar a dar algunos pasos hacia atrás.

– con 15 meses, se observa como camina bastante bien y se mueve con mayor facilidad por la casa.

– a los 16 meses, los niños suelen iniciarse en subir y bajar escaleras, aunque no dominarán éste arte hasta los dos años.

– a los 25 meses, podemos observar a un pequeño adulto caminando con gran dominio, además el niño será capaz de saltar.

– a los 3 años, la mayoría de sus movimientos serán automáticos y no requerirá atención para caminar, correr o saltar.


¿Qué precauciones han de tomarse en esta etapa del niño?


Cuando el bebé comienza a caminar, se inicia un largo camino de exploración de su entorno que hemos de tener controlado, ya que puede encontrarse con peligros o accidentes. Algunos consejos son:

– crear un espacio adecuado para el niño. Despejar las habitaciones en las que el bebé suele estar dando sus primeros pasitos, cubrir los bordes de los muebles con protectores de espuma y no colocar objetos a su alcance en los muebles más bajos.

– cubrir los enchufes para que el bebé no explore en ellos metiendo sus deditos.

– colocar protectores en los radiadores y evitar estufas a su alcance.

– evitar que el niño entre en la cocina, donde se encuentran los utensilios más peligrosos, productos de limpieza y comidas calientes.

– asegurarnos de que el niño no está cerca cuando realizamos actividades como planchar o utilizar utensilios cortantes

colocar cierres en las puertas o cajones que estén a la altura del niño.